
MEMORIA Verde y rojo. Colores de fiesta, de alegría, de calma y fuego. Mirando los tejados, oliendo a bosque, sintiendo la cálida sombra de tu destino. A veces, no sé qué estoy viendo. Pero miro y busco, una luz en esta penumbra, un rayo brillante de sol que se escape por entre la maleza. Un soplo cálido de brisa colándose por entre las hojas. Si me mirara con mis ojos, vería un perfil perdido, siempre en la perspectiva. Percibiendo motas de polvo flotando a mi alrededor, susurrándome al oído...escucha. Sentiría la luz ultravioleta del sol, fría y aséptica, dejando el aire de mi alrededor sin poderlo respirar. Eso me dijo. Lo escribió en un trozo de papel que arrancó de uno de sus cuadernos y yo grabé esas palabras en los surcos de mi memoria. Y aún hoy sigo pensando qué quiso decirme. A.L.