Vivencias y otras palabras: ...para la negra flor

LUNAS Noches, lunas, todas iguales, todas distintas. Cada luz se impregna de este sentido, cada imagen se queda en tu retina. Desde las alturas escucho, observo a la gente caminar a sus destinos, sin mirar atrás, sin prisa, sin pasado... ...y cada baldosa que pisan se queda donde está, como si nada, como si todo. Cada soplo de aire se lleva este minuto que estoy sola, contigo. Cada ola de mar, se lleva los giros de mis pensamientos. Y me quedo aquí arriba mirando, escuchando, viviendo. A.L.

VIAJANDO... Lo puedes llamar irse, Marcharse, Vuelvas o no, pero con V, también se escribe valiente. Voluble o vibrante. Y yo quiero volar... Vete, Coge tu mochila y las botas, Tus deportivas más viejas, Las más cómodas que envuelvan tus pies, y vete. Puedes volver o no, Eso no importa, Lo que importa es el camino. Y cuando estés de viaje, Respira, ríe, siente... Viaja sin destino, Sin descanso, Solo sal afuera Y vete. A.L.

DESENCANTO Atónita. desconcertada, descolocada, Desperfecta e infame desconecto a veces de mí, por no darme de tortas conmigo y no encontrarme contigo. Para regalarte mi desprecio, absurdo e ineficaz, por lento y escaso. Descubro mi otro yo y lo desenvuelvo, como paquete desestimado, como regalo devuelto... Me desperté hoy y los demonios me llevan, para ayudarme a desenmascarar a esos ángeles derribados. Cada uno desesperado en su propio cosmos y todos desterrados sin saberlo. Despropósitos y desatinos, en cada esquina de mis días que desordenan mi memoria... Y vuelven para despistar y desmantelar este castillo de desilusiones... ...¿o eran alucinaciones? Con una palabra defino los abismos de mi desidia: Desencanto. A.L.

Lo haré... Estás perdiendo el tiempo, yo lo haré mejor, ya lo haré. Siempre es demasiado largo para estar, para esperar... ...estamos consumiendo el resto del tiempo que apenas nos queda. Mejor que tú mejor que él, da igual, mejor. Nunca, tampoco es buena idea. Nada se queda. Ni tanto ni escaso. Para persistir no haces falta, no se necesitan certidumbres, sólo las ganas. Te quedas, te marchas, te das la vuelta y mientras muestras un dedo... mandar al infierno a veces también es saludable. El castigo por decir la verdad, es el placer de desaparecer. A.L.