Vivencias y otras palabras: ...para la negra flor

Nunca nos haremos viejos, ni estaremos igual que ahora. Nunca seremos tan eternos como en este segundo que pasa y en cada instante que queda. No, nunca seremos tan mayores como aquí en este espacio, ni tan niños para siempre. Nunca nos haremos viejos, ni estaremos igual que ahora. Nunca seremos tan eternos como en este segundo que pasa y en cada instante que queda. No, nunca seremos tan mayores como aquí en este espacio, ni tan niños para siempre. Nunca ni ahora, seremos.  A. L. 

ALAS DE MARIPOSA ¿La ves? Yo soy como ella, aparentemente frágil, aparentemente inútil, no demasiado hermosa, sin colores llamativos, quizás demasiado delicada, quizás demasiado ocupada en mis tareas absurdas, sin molestar a nadie, sólo  tranquila sobre una flor, a mis cosas, sin joderle la vida a nadie. Transparente, puedes ver a través de mí, no hay nada más. Aparentemente podrías aplastarme y acabar conmigo, daría igual, sólo soy un insecto frágil y efímero, solo viviré lo que tenga que vivir...y tú que te crees que estás por encima de mí, que puedes hacerme daño... ¿Pero sabes qué? Mis endebles alas, de sutiles y ligeras escamas sirven para volar, y volarán por encima de... en realidad ya lo están haciendo. A. L.

Algunos pasos desgastan, agotan, destruyen... O no. Algunos caminos que sigues te dejan descalzo, extenuado y marchito como flor arrancada, y hojas secas. Y ni el tiempo hacia atrás o hacia adelante lo cambia. Cada pisada que diste se quedó ahí, cada señal... Y el rastro que queda permanece en el tiempo detenido, tras un cristal de memoria. Y en tus pies, quietos, anclados al pasado en una foto congelada, me recuerda que somos huella... y sin rumbo, ni azar andamos extraviados. Encontrándonos en las vías de caminos olvidados. A. L.